Cualquier persona brillante que aspire a triunfar en el mundo de los negocios comprende que lograrlo no es una hazaña sencilla. Pero, tampoco es imposible y si se hacen las cosas bien se convierte en algo alcanzable. Para ello, hay que combinar muy bien ingenio, soluciones a problemas prácticos a través de un servicio o producto y una buena dosis de perseverancia.
En tal sentido, daremos a conocer algunos de los secretos para ser un empresario de éxito. Lo cual aplica para quienes necesitan cambiar por completo el rumbo de su carrera profesional como si simplemente, se lanzan a explorar nuevas áreas en el mundo empresarial y se espera triunfar por encima de todo.
El primer paso: ¿qué significa ser emprendedor?
Aunque pueda parecer sencillo tener una idea clara de negocio, no lo es tanto. Los verdaderos empresarios y emprendedores que triunfan en medio de mercados competitivos o con algo novedoso que ofrecer, se definen por sus acciones. Este es el paso más difícil del proceso, si se desea conseguir los objetivos hay que estar dispuestos a asumir los retos que se vayan presentando en el camino.
Las palabras latinas “in” (que significa “hacia dentro” o “desde el inicio”) y “prendō” (que significa “empezar a hacer algo”) son las fuentes o raíces del término “emprender”. Por lo tanto, es posible interpretar este concepto como “empezar a hacer algo desde el inicio”.
El acto de comenzar una actividad, un negocio o cumplir un propósito a pesar de los riesgos inherentes o los obstáculos que puedan surgir es una definición razonable de la palabra emprender. A diferencia del empresario o ejecutivo, que supervisa o gestiona las actividades de una empresa o compañía ya establecida, un emprendedor es alguien que lanza o comienza una organización desde cero y supera todos los impedimentos y trabas asociados a ello.
Una vez establecida la definición de lo que es un emprendedor, hay que examinar los requisitos para convertirse en propietario de un negocio rentable en el tiempo. Estas son las claves para ser un emprendedor de éxito:
1.- Establecer el modelo de negocio
Un error frecuente entre los emprendedores y que los lleva al fracaso es creer que el empuje, el entusiasmo y el trabajo duro por sí solos impulsarán una idea con éxito. No obstante, lo cierto es que, al igual que ocurre con muchas otras cosas en la vida, la iniciativa empresarial requiere una estrategia clara que la guíe paso a paso.
¿Cuál es el plan de empresa atada a esta estrategia? Se trata de poner en una declaración escrita todo el concepto del negocio. En ella, de manera sistematizada debe aparecer el esbozo de los objetivos, la visión (hacia dónde se pretende llegar con la compañía) y la misión (cómo se lograrán las metas).
Es todo el desarrollo que se espera de la organización a corto, medio y largo plazo. En otras palabras, se debe esbozar dónde y cómo se empezará la nueva empresa y dónde y cómo se le quiere ver dentro de dos años, diez años y más.
Del mismo modo, la estrategia o modelo de negocio debe esbozar las tácticas, estrategias y pasos a seguir que emplearán para crear una empresa rentable. La estructura de la organización también se debe definir en este documento y, no menos importante, la financiación o recursos económicos que se necesitarán para conseguirlo con éxito hasta que pueda generar el retorno de la inversión.
Otro factor a definir y a tomar en cuenta es si el producto o servicio que se va a ofrecer tiene pertinencia en el mercado o si soluciona un problema práctico de los consumidores. El plan de negocios, asimismo, tiene que determinar los posibles problemas u obstáculos que se puedan encontrar a lo largo del proceso y sus soluciones conforme se vayan presentando. Además de ser útil para asegurarse de que todo está en orden, este documento está pensado para atraer inversores que van a apoyar las solicitudes de financiación y a facilitar una experiencia de incorporación más estructurada para los nuevos miembros del equipo que se vayan sumando a la organización.
2.- Establecer el mercado meta o el nicho
Una vez que se haya decidido qué vender o qué tipo de servicios ofrecer, el siguiente paso es averiguar quiénes serían los clientes potenciales. Si previamente (en el plan de negocios) se ha identificado al cliente ideal, se debe prestar mucha atención a sus hábitos de compra y consumo, las acciones que realiza en momentos de necesidad del producto o servicio que se le ofrece, así como sus problemas y aspiraciones ligadas a lo que se le proporciona.
Esto permitirá comprender su estilo de vida y las oportunidades económicas que se derivan de proporcionarle un bien o servicio que le ofrece el emprendedor y que responda realmente a una necesidad de su vida cotidiana o en situaciones muy especiales.
3.- Estar preparados para los cambios
En el campo de los negocios no hay nada escrito. Si se lanza un producto o servicio y este es exitoso, nada garantiza que sea así siempre. Las evaluaciones periódicas del mercado, los hábitos de consumo de los clientes y la dinámica económica internacional, nacional y local definen el futuro de un emprendimiento.
Un ejemplo de esto lo marcan las tecnologías vertiginosas. Por ejemplo, en el caso de los juegos tradicionales, la gente solía ir a lugares como Las Vegas y Mónaco para apostar. Pero, gracias a internet y a los desarrolladores hábiles se creó el modelo de negocio de casino en vivo online que incorpora un mercado nuevo que no puede pagar un boleto aéreo y hoteles en estas grandes ciudades.
No solo facilita las cosas a un mercado que antes no disfrutaba de la ruleta o el blackjack, sino que abre un mundo de posibilidades. Cada emprendimiento, entonces, debe ir sumando características a su modelo de negocio o estrategias, tales como publicaciones en redes sociales, servicios de atención al cliente en mensajerías instantáneas y otros pluses a medida que se requieran.
4.- Analizar la competencia para vender mejor
En un emprendimiento no solo se satisface una necesidad de los clientes. También hay que ofrecer un valor añadido que diferencie ese modelo de negocio de la competencia. Esa particularidad es el punto fuerte que hay que publicitar para sacarle provecho en el mercado. Esto es así, sobre todo si se trata de un campo muy competitivo.